La manifestación sindical del 1 de Mayo en París terminó en disturbios y represión, cuando algunos grupos atacaron comercios. Hasta anoche habían sido arrestadas al menos 25 personas.

Los incidentes se produjeron en una vanguardia de la marcha, que había salido de la Plaza de la República en dirección a la Plaza de la Nación, cuando grupos violentos salieron de ese cortejo y causaron destrozos en varios tiendas y mobiliario urbano. Los agentes antidisturbios trataron de impedir esas acciones y utilizaron gases lacrimógenos.

Más tarde, hacia las 16.00 locales, los violentos incendiaron también al menos una furgoneta y se inició una pequeña batalla en la avenida Daumesnil, en las proximidades de la Plaza de la Bastilla.

El grueso de la marcha había discurrido con normalidad. Los responsables sindicales, entre los que estaba la secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, llevaban una pancarta en la que se podía leer: “Paz y justicia social para las trabajadoras y trabajadores en Ile de France y en el mundo”.

Por la mañana también hubo altercados en la manifestación que se desarrolló en el centro de Lyon, donde destruyeron vidrios de varias sucursales bancarias. Hubo al menos 17 detenidos.

El alcalde de Lyon, el ecologista Grégory Doucet, fue increpado por algunos manifestantes que le reclamaron que hiciera ondear la bandera palestina.

Las movilizaciones del 1 de Mayo de este año en Francia tienen una dimensión muy inferior a la del pasado año, cuando la protesta contra la reforma de las jubilaciones sacó a la calle a cerca de 800.000 personas, según la policía y hasta 2,3 millones, según la CGT.

Se esperaban menos de 150.000 personas en todo el país, donde estaban convocadas al menos 265 marchas.

Este año, los sindicatos se movilizaron con reivindicaciones más dispersas, aunque algunas los siguen uniendo, en particular la oposición a la reforma del seguro de desempleo que promueve el Ejecutivo de Emmanuel Macron y el reclamo de subas salariales.